Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información

 

 

EL ARTE DE LA ESTRATEGIA

-???-


Las 48 leyes del poder. Ley 1: NUNCA LE HAGA SOMBRA A SU JEFE

Estrategias de Occidente > Las 48 leyes del poder. Robert Greene > Las 48 leyes del poder. Robert Greene 1-12

Esfuércese siempre por lograr que quienes están jerárquicamente por encima de usted se sientan cómodos con su sensación de superioridad.

No permita que sus deseos de complacerlos o impresionarlos lo induzcan a hacer ostentación de sus talentos y de su capacidad, ya que ello podrá generar un efecto opuesto al deseado, es decir, inspirar temor e inseguridad en sus superiores. Hágalos aparecer siempre más brillantes de lo que en realidad son... y accederá a la cumbre del poder.


A principios del siglo XVII, el astrónomo y matemático italiano Galileo se encontraba en una situación sumamente dificil. Dependía de la generosidad de los grandes gobernantes y, como todos los científicos del Renacimiento, solía obsequiar sus inventos y descubrimientos a los grandes gobernantes y regentes la época. Por ejemplo, en cierta oportunidad obsequió una brújula militar de su invención al duque de Gonzaga. Luego le dedicó un libro, en el que explicaba el uso de dicha brújula, a los Médicis. Ambos gobernantes se sintieron muy agradecidos y a través de ellos Galileo logró reunir más alumnos. Pero, por importantes que fuesen sus descubrimientos, sus amos, por lo general, le retribuían con obsequios y no con dinero en efectivo. Esto hacía que viviera en constante inseguridad y dependencia económica. Fue entonces cuando pensó que debía de existir otra forma de manejar aquella situación.


Planeta Júpiter


Galileo vislumbró una nueva estrategia en 1610, cuando descubrió las lunas de Júpiter. En lugar de dividir su descubrimiento entre sus distintos amos —donando a uno el telescopio que había usado, dedicando a otro un libro, y así sucesivamente—, como lo había hecho en el pasado, decidió centrar su atención exclusivamente en los Médicis. Los eligió por un motivo particular: poco después de que Cosme I estableció la dinastía de los Médicis, en 1540, había convertido a Júpiter, el más poderoso de los dioses, en el símbolo de la familia, un símbolo de poder que iba más allá de la política y del negocio bancario, ya que estaba ligado a la antigua Roma y a sus deidades.


Escudo de la familia Medici


Galileo convirtió el descubrimiento de las lunas de Júpiter en un acontecimiento cósmico que honraba la grandeza de los Médicis. Poco después del descubrimiento anunció que "los brillantes astros (las lunas de Júpiter) se ofrecían en los cielos" a su telescopio, al mismo tiempo en que Cosme II era entronizado. Dijo que el número de lunas —cuatro— armonizaba con el número de Médicis (Cosme II tenía tres hermanos) y que las lunas giraban en torno de Júpiter como esos cuatro hijos giraban en torno de Cosme I, el fundador de la dinastía. Más que una coincidencia, ello demostraba que los mismos cielos reflejaban la ascendencia de la familia de los Médicis. Después de dedicar este descubrimiento a los Médicis, Galileo mandó confeccionar un emblema que representaba a Júpiter sentado sobre una nube, con los cuatro astros girando a su alrededor, y lo obsequió a Cosme II como símbolo de su unión con los astros.


Telescopio de Galileo


En 1610, Cosme II nombró a Galileo filósofo y matemático oficial de la corte, con un salario respetable. Para un científico, aquello era un verdadero golpe de buena fortuna, que puso fin a sus días de pobreza y necesidades.

Interpretación
Con una sola jugada, Galileo ganó más con su nueva estrategia que en años de súplicas. La razón es simple: todos los jefes desean brillar más que el resto de la gente. No les importa la ciencia ni la verdad empírica ni el último invento. Les preocupa su fama y su gloria. Galileo dio a los Medicis una gloria infinitamente mayor, al vincular su nombre con las fuerzas cósmicas, que mencionándolos como patrocinadores de algún nuevo invento o descubrimiento.

Ni siquiera los científicos pueden eludir las veleidades de la vida cortesana y los padrinazgos. Como todos, necesitan servir a los amos que controlan los recursos monetarios. Y su gran poder intelectual puede hacer que esos amos se sientan poco seguros de
sí mismos y perciban que sólo están para suministrar los fondos... una tarea poco noble. El productor de una gran obra quiere sentir que es algo más que el que financia una empresa; también quiere aparecer como creativo y poderoso, incluso más poderoso que la obra producida en su nombre. En lugar de hacerlo sentir inseguro, es necesario concederle gloria. Galileo no desafió la autoridad intelectual de los Médicis con su descubrimiento, ni los hizo sentir inferiores. Al ponerlos literalmente en el nivel de los astros, los hizo aparecer como tales en las cortes italianas. No le hizo sombra a su jefe, sino que logró que su jefe brillara más que nadie.

El Arte de la Guerra y la Estrategia


Estrategias desde la antigüedad hasta el presente explicadas de forma sencilla.

- Cómo vencer sin luchar.
- Estrategas y estratagemas.


Este libro sobre el arte de la guerra y la estrategia le va a ser muy útil porque trata sobre la lucha y el conflicto. Puesto que a lo largo de nuestra existencia
todos entramos en pugna con otras personas, es bueno conocer la estrategia para resolverlos. La estrategia preferible de hacerlo es la negociación, pero no siempre funciona.

Si elige participar en un conflicto, lo mejor es ganar cuanto antes con el mínimo daño propio y a ser posible, del adversario.
Descargar Demo Libro PDF


-???- | -???-