Deuda buena y deuda mala
Déjame decirte que hay deuda buena y deuda mala, debes manejar a toda deuda con sumo cuidado.
¿Qué es la Deuda Mala?
Una deuda mala normalmente se canaliza al consumo (adquisición de diversos artículos o gastos superfluos, un mal uso de la tarjeta o grandes ofertas a 12 meses) que generalmente llega a rebasar nuestra capacidad de pago.
Las Deuda Mala es aquella que pagas tú, a fondo perdido, pues no hay de donde recuperarse; por eso son malas. Esta deuda financia consumo puro. Es la deuda de las personas pobres. En general, financian estilos de vida de rico para personas que no lo son. No compran riqueza, sólo compran la apariencia de la riqueza. Es el dinero más caro del mundo porque proviene del trabajo futuro…
¿Qué es la Deuda Buena?
Una deuda buena es aquella que nos permite adquirir un activo que a la larga será productivo. Por ejemplo, la compra de una casa o departamento, la educación de los hijos o la puesta en marcha de un negocio, entre otros.
La deuda buena, es aquella que es pagada por tus clientes, a través de tu negocio. Es decir, «se pagan solas». Es la llamada deuda de inversión y te proporciona apalancamiento mediante el dinero de otros, por lo general del banco. El uso inteligente de esta deuda puede hacerte rico.
Deuda buena y deuda mala
Criterios Para Clasificar Las Deudas.
Estos son los criterios por los que considero que vale la pena clasificar las deudas:
El cambio de valor que pueda sufrir el bien que se adquirió El flujo de efectivo que pueda proporcionar lo que se adquirió La tasa de interés de la deuda Si quieres distinguir entre deuda buena y deuda mala, hazte esta sencilla pregunta antes de endeudarte:
¿Quién pagará esta deuda?
Si la pagas tú, olvídalo y no firmes. Si la pagarán tus clientes, a través de tu negocio, sonríe y firma.
¿Y Qué Pasa Con La Deuda de Las Hipotecas?
No me gustan las hipotecas. Duran demasiado tiempo en un mundo donde ocurren cambios muy rápidamente.
Entonces. ¿Qué es mejor alquilar o comprar?
De la película Forrest Gump: «No poseas nada si puedes servirte de ello. Alquila incluso tus zapatos, si puedes»
La elección va por países. En países con mayor cultura financiera (anglosajones), la proporción entre compra o alquiler se decanta por esta última. Son inteligentes financieramente y lo que ellos saben es:
1. La vivienda propia, cuando es financiada, no es un activo para ti (sí lo es para el banco que la financia, pero para quien paga una hipoteca su casa es un pasivo). Un activo, por definición, pone dinero en tu bolsillo, y un pasivo te lo quita del bolsillo. ¿Puedes entender que endeudarse por la vivienda propia es adquirir un pasivo?
2. La vivienda, financiada o no, no es una inversión, no al menos cuando se compra. Podría serlo cuando se venda (si es que se gana un diferencial).
Pero si es para uso propio, que nadie se engañe, es un gasto. Si un día se vende, y se gana un diferencial, será una inversión. En cualquier caso, se sabrá entonces, no antes.
Las hipotecas que se firman son de promedio a 30 años, algunas más, algunas menos.
Eso significa que durante los primeros diez años la carga de intereses en el recibo mensual es apabullante: ¡el 90 % es para pagar los intereses del banco! Imaginemos que pides una hipoteca de 100.000 euros a 30 años al 5%… los intereses que pagarás serán 93.000 euros, casi duplicas. Si subes el plazo y/o el tipo de interés, casi triplicas. Si echas cálculos, acabas pagando ¡casi tres veces lo que vale tu vivienda!
¿Significa lo anterior que comprar la vivienda propia es un error? No, si antes has creado un activo que te permita darte el lujo de pagarla al contado. Es decir, cuando ya has ganado el dinero para no hipotecarte.
Deuda buena y deuda mala. Tarjetas de crédito
¿Qué Pasa Con La Deuda De Las Tarjetas de Crédito?
Financian gastos irrecuperables que es mejor pagar al contado (viajes, cenas, pantallas de TV planas…), y no inversiones en activos con un retorno. Es decir, crean deuda MALA. Mi sugerencia es no las uses, salvo para emergencias o compras por Internet. No es una buena idea regalarle una a tu hijo adolescente, ¿te parece correcto convertirle en «experto en gastar» antes de que sepa lo que significa ganar?
Lo inteligente es mantener sólo una Tarjeta de Crédito, con todo su saldo disponible, y cancelar el resto de tarjetas (tienen cuotas anuales de mantenimiento bastante caras, caray). Pero lo peor viene ahora: el tipo de interés anual que aplican al pago aplazado ronda el 20%.
Antes de endeudarse
Conteste sinceramente las siguientes preguntas:
¿Lo necesita? ¿Lo necesita ahora o podría esperar hasta poder pagarlo en efectivo? ¿Cuánto más le va a costar comprarlo con crédito que si utilizara efectivo? ¿Puede permitirse los pagos mensuales? ¿Qué otras cosas tendrá que sacrificar para poder pagar las cuotas mensuales? ¿Qué TAE le cobran? ¿Podría conseguir condiciones mejores? ¿Le cobran otros gastos no incluidos en la TAE? ¿Cuánto supone el coste total? ¿Cuánto subirán las cuotas mensuales si suben los tipos de interés? ¿Cómo saber si estamos endeudados en exceso?
Deuda buena y deuda mala
Muchos expertos dicen que el total de los pagos mensuales destinados a pagar deudas, es decir, las cuotas e intereses de la hipoteca y de los demás préstamos, incluyendo las Tarjetas de Crédito, no debe exceder el 40% de los ingresos mensuales. Otros establecen este límite en un 35%.
Hoy en día, debido al alto coste de la vivienda, puede resultar muy difícil no exceder ese 40%, pero sigue siendo un objetivo.
Otra prueba es calcular el total de los pagos mensuales de deudas sin incluir la hipoteca de la primera vivienda. En este caso, el ratio gastos fijos por préstamos-ingresos no debe ser superior al 15% o 20%, según nuestra edad.
Fuente: http://clubprivadodeinversion.com/blog/conoces-la-diferencia-entre-la-deuda-buena-y-la-deduda-mala/
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