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EL ARTE DE LA ESTRATEGIA

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Hacer dinero con el Negocio de la Basura

Finanzas personales. Emprender > Emprendedores

La carencia de porteros en las comunidades de vecinos favorece la contratación de estas empresas

Tras dar muchos tumbos de contrato temporal en contrato temporal y harto de poner ilusión en negocios fallidos, Luis Antonio Espinosa decidió hace tres años dar un servicio poco reconocido socialmente, pero que económicamente va creciendo año tras año: recoger la basura en los bloques de edificios y dar un servicio de limpiezas.


Hacer dinero con el Negocio de la Basura


Un servicio de limpieza y de recogida de basuras

Con el paso del tiempo ha ido especializándose y, con una plantilla de 15 personas, hoy en día, incluso ofrece un servicio de recogida selectiva de basuras y otro de limpiezas industriales.

Si los comienzos fueron muy duros, ahora degusta las mieles del éxito, gracias al trabajo bien hecho.

Desde los 19 hasta los 26 años este emprendedor había trabajado por cuenta ajena combinando los trabajos esporádicos con zambullidas en intentos empresariales fallidos.

En los últimos tres años, gracias a dar un servicio aparentemente nimio, ha conseguido que su nueva empresa emerja y se consolide, y en la última facturación mensual ya aparecen seis cifras.

Todo empezó cuando Luis Antonio Espinosa, profesional de la electrónica, ofertó en bloques de viviendas el bajar las basuras de los vecinos a los contenedores de la calle. Este joven empresario nos cuenta de sus subidas y bajadas a lomo de los detritus.

Mimando la basura. La sencillez del servicio permite precios reducidos, donde el número de clientes compensa lo escueto del abono mensual. Y para ello hay que asegurar la clientela cuidando los detalles con eficacia y exquisitez: "La manera en que funcionamos es repartiéndonos por zonas", explica Luis Antonio. "Van grupos de dos personas trabajando en edificios cercanos, y usamos una furgoneta para hacer los más dispersos. Llevamos una mochila con sacos, porque las bolsas de cada vecino las metemos en sacos herméticos para evitar el goteo, y que no nos puedan decir que ensuciamos escaleras o portales. También usamos un ambientador para evitar olores".


Hacer dinero con el Negocio de la Basura


Estos emprendedores se adelantaron a las campañas de separación de residuos, y desde el comienzo ofrecieron a sus clientes la posibilidad de una recogida selectiva. "Les damos una opción a aquéllos que lo quieran hacer: si nos dejan otras bolsas con papeles, botellas o pilas, nosotros las recogemos y las llevamos al contenedor correspondiente".

Este joven empresario había intentado sin fortuna el autoempleo en otras ocasiones, cuando sus trabajos por cuenta ajena se lo permitían.

Aprender de los errores. De todo ello, ha cosechado experiencias: "Antes monté una papelería que fracasó. Vi una oportunidad en un local concreto sin estudiar primero si era adecuada una papelería o no. Además, como era un negocio muy explotado, me encontré luchando en un terreno en el que hay gente que lleva muchos años. Es más fácil hacerse sitio cuando ofreces un servicio que no existe".

Precisamente lo poco que pudo salvar de la ruina papelera le permitió iniciar la actual empresa. "Recuperamos un dinerín de lo que habíamos invertido y se fue todo en carteles y publicidad. Apenas conseguimos clientes para empezar a funcionar y poco más. Afortunadamente en aquellos comienzos me salió un trabajo temporal que pude compaginar y que nos permitió aguantar el tipo. Si no, tendríamos que habernos metido en algún préstamo familiar o bancario para salir adelante", añade Luis Antonio.

Inicialmente la tentación fue funcionar sin papeles, hasta ver qué pasaba. Pero los socios de Basuras Vitoria prefirieron no escribir sobre renglones torcidos."Al principio pensábamos en hacer esto así, como de cualquier manera, a ver qué tal salía, pero nos dijimos: vamos a hacer las cosas bien".

Luis Antonio recuerda que tuvieron el primer cliente el 1 de febrero, cuando aún no estaba constituida la empresa, pero el día 10 ya tenían todo perfectamente legal, mediante una sociedad de bienes, donde estaban su socia Charo y él. "No tiene sentido otra cosa, porque si desde el comienzo te dedicas a hacer publicidad, desarrollas campañas para promocionarte y conseguir clientela, no puedes jugártela siendo una empresa pirata o medio fantasma. Creo que si pretendes un nombre público, que la gente te conozca, no puedes funcionar de tapadillo para que el Ayuntamiento o la Comunidad no te pillen", asegura este empresario.

Crecimiento imparable. Las cifras hablan por sí solas de los resultados. Empezaron poniendo el hombro dos personas y actualmente movilizan a 15 en determinados servicios. En su primer mes de funcionamiento, desembolsaron 300.000 pesetas y tres años después pueden facturar millón y medio mensualmente.

Lo que empezó desplazando las basuras de una comunidad de vecinos se ha convertido en atender decenas de portales contratados, hacer mantenimientos varios y solventar otros servicios de limpieza: "Más que llamarlo éxito, le llamaría constancia y atención a nuestros usuarios. Porque mi empeño fundamental es que suene el nombre de nuestra empresa asociado a un buen servicio", afirma.

"De vez en cuando, llamo personalmente a los clientes, a los administradores de las fincas, para saber si tienen algún problema o algo que comentarnos. Al cliente le agrada, y a nosotros nos permite mejorar el trato y el servicio. Así han salido las nuevas demandas", explica Luis Antonio.

Por ejemplo, si un portero se jubila, o se va de vacaciones, en el edificio se preguntan quién baja la basura, quién limpia el portal, quién cambia las lámparas, quién va a hacer ese tipo de cosas. Y los que les conocen les han llamado y les han ofrecido ese mantenimiento. El propietario de Basuras Vitoria asegura que "después de muchos sufrimientos empresariales, podemos decir que la cosa empieza a marchar. Hemos ampliado los servicios, y hacemos limpiezas industriales".


Hacer dinero con el Negocio de la Basura


Apuntes para Emprendedores
Enrique del Río (*)
Opción de futuro


La opción de tener el propio proyecto, asegurándose así su futuro, ha sido la base sobre la que se fundamenta esta experiencia empresarial. Por un lado la aspiración personal de tener su negocio desde bien joven le motivaba y por otro lado nuestro protagonista no se fía de estar contratado por cuenta ajena.

Esa experiencia de verse parado le ha alimentado la osadía de atreverse otra vez a empezar, a pesar de los fracasos anteriores. Tal osadía es compatible con el miedo a no triunfar, pero esa aparente contradicción la resuelve con la prudencia en los pasos que da con seriedad y rigor en la gestión.

La innovación

A partir de la intuición y de la observación de que ese trabajo es posible y es necesario, abre el hueco en los nuevos yacimientos de empleo, a través de los servicios de proximidad o servicios a la comunidad.

Además su proyecto empresarial abarca también un aspecto educativo con el medio ambiente: reciclaje de basuras (vidrio, cartón, pilas...).

Ganar mercado

Conectar la necesidad de los vecinos con la oferta del servicio; he ahí la habilidad del proyecto y de la idea. El sondeo previo y constante a través de las comunidades de vecinos, que son sus interlocutores lógicos, su clientela potencial, es un acierto.

Una vez observado que el servicio es aceptado, se trata de hacer que todo el mundo lo sepa y les conozca para que puedan ponerse en contacto los clientes potenciales (la demanda) y ellos (la oferta). Por eso decide conquistar el mercado a través de la publicidad como instrumento de lanzamiento.

A juzgar por los resultados, ha sido un dinero muy bien empleado a través de las campañas publicitarias, que han repercutido inmediatamente en la ampliación de clientes.

Ampliación

Esta experiencia nos demuestra cómo unos servicios se relacionan con otros y que lo importante es entrar en los circuitos de trabajo, pues al entrar en el ámbito de los servicios a la comunidad les ha abierto nuevas actividades, hasta el momento en claro crecimiento: limpieza de portales y seguramente a otros tipos de "chapuzas" de reparaciones caseras, etcétera y las que pueden aún surgir.

Visión empresarial

Tanto la gestión interna del trabajo, por un lado, como por otro anticiparse a los posibles inconvenientes que pudieran poner los futuros clientes, lo ha resuelto con maestría gracias a sus experiencias anteriores y a su preocupación por mimar este proyecto empresarial.

Igualmente en la gestión hacia el exterior ha sabido mantener una relación personal con los clientes para evaluar si el trabajo es satisfactorio, y esto lo agradecen, a la vez que asegura su permanencia.

En la misma línea están sus buenas relaciones con la municipalidad y los medios de comunicación, que también han hecho publicidad para dar a conocer este tipo de servicio tan novedoso en la ciudad de Vitoria.

Prudencia

Durante la puesta en marcha de la empresa y el proceso de crecimiento ha hecho gala de una prudencia financiera exquisita, evitando cargar de costes al principio de la andadura empresarial y dedicando tiempo voluntario para reforzar el buen funcionamiento.

El sigue trabajando por las mañanas en otra cosa y luego empalma con el servicio de bajada de basuras de manera gratuita.

(*) Enrique del Río es director de Proempleo.


Por Castor Bóveda
http://www.elmundo.es/sudinero

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