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EL ARTE DE LA ESTRATEGIA

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El Criterio. Jaime Balmes

Pensamiento de Occidente > Espa�a

Criterio es la herramienta mental para conocer la verdad.

La verdad en las cosas, en la realidad. La verdad en el entendimiento es conocer las cosas tal como son.


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Estrategias de Occidente

Todas las t�cticas y estrategias de Occidente en general. Clausewitz, Maquiavelo, Napole�n... C�mo obtener el �xito y salir victorioso


El Criterio. Jaime Balmes

Algunas reglas para juzgar de la conducta de los hombres.


Caben en esta materia reglas de juiciosa cautela, que nacen de la prudencia de la serpiente y no destruyen la candidez de la paloma.

Regla 1� para juzgar de la conducta de los hombres

No se debe fiar de la virtud del com�n de los hombres puesta a prueba muy dura.

La raz�n es clara: el resistir a tentaciones muy vehementes exige virtud firme y acendrada. �sta se halla en pocos. La experiencia nos ense�a que en semejantes extremos la debilidad humana suele sucumbir, y la Escritura nos previene que quien ama el peligro perecer� en �l.

Sab�is que un comerciante honrado se halla en los mayores apuros cuando todo el mundo le considera en posici�n muy desembarazada. Su honor, el porvenir de su familia est�n pendientes de una operaci�n poco justa, pero muy beneficiosa. Si se decide a ella todo queda remediado; si se abstiene, el fatal secreto se divulga y la perdici�n total es inevitable. �Qu� har�? Si en la operaci�n pod�is salir perjudicado, precaveos a tiempo; apartaos de un edificio que si bien en una situaci�n regular no amenazaba ruina, est� ahora abatido por un furioso hurac�n.


El Criterio. Jaime Balmes

Ten�is noticia de que dos personas de amable trato y bella figura han trabado relaciones muy �ntimas y frecuentes; ambos son virtuosos, y aun cuando no mediaran otros motivos, el honor debiera bastar a contenerlos en los debidos l�mites. Si ten�is inter�s en ello, tomad vuestro partido cun presteza; si no, callad, no juzgu�is temerariamente; pero rogad a Dios por ambos, que las oraciones podr�n no ser in�tiles.

Est�is en el gobierno, los tiempos son malos, la �poca cr�tica, los peligros muchos. Uno de vuestros dependientes, encargado de un puesto importante, se halla asediado noche y d�a por un enemigo que dispone de largas talegas. El dependiente es honrado, seg�n os parece; tiene grandes compromisos por vuestra causa, y, sobre todo, es entusiasta de ciertos principios y los sustenta con mucho acaloramiento. A pesar de todo, ser� bueno que no perd�is de vista el negocio. Har�is muy bien en creer que el honor y las convicciones de vuestro dependiente no se rajar�n con los golpes de un ariete de cincuenta mil pesos fuertes; pero ser� mejor que no lo prob�is, mayormente si las consecuencias fuesen irreparables.


El Criterio. Jaime Balmes

Un amigo os ha hecho grandes ofrecimientos, y no pod�is dudar que son sinceros. La amistad es antigua, los t�tulos muchos y poderosos, la simpat�a de los corazones est� probada y, para colmo de dicha, hay identidad de ideas y sentimientos. Pres�ntase de improviso un negocio en que vuestra amistad le ha de costar cara; si no os sacrifica, se expone a graves p�rdidas, a inminentes peligros. Para lo que pudiera suceder, resignaos a ser v�ctima, temed que las afectuosas protestas se quedar�n sin cumplirse y que, en cambio de vuestro duelo, se os pagar� con una satisfacci�n tan gemebunda como est�ril.

Est�is viendo a una autoridad en aprieto; se la quiere forzar a un acto de alta trascendencia, a que no puede acceder sin degradarse, sin faltar a sus deberes m�s sagrados, sin comprometer intereses de la mayor importancia. El magistrado es, naturalmente, recto; en su larga carrera no se le conoce una felon�a, y su entereza est� acompa�ada de cierta firmeza de car�cter. Los antecedentes no son malos. Sin embargo, cuando ve�is que la tempestad arrecia, que el mot�n sube ya la escalera, cuando golpee a la puerta del gabinete el osado demagogo que lleva en una mano el papel que se ha de firmar y en otra el pu�al o una pistola amartillada, temed m�s por la suerte del negocio que por la vida del magistrado. Es probable que no morir�: la entereza no es el hero�smo.

Con los anteriores ejemplos se echa de ver que en algunas ocasiones es l�cito y muy prudente desconfiar de la virtud de los hombres, lo que acontece cuando el obrar bien exige una disposici�n de �nimo que la raz�n, la experiencia y la misma religi�n nos ense�an ser muy rara. Es claro, adem�s, que para sospechar mal no siempre ser� menester que el apuro sea tal como se ha pintado. Para el com�n de los hombres suele bastar mucho menos, y para los decididamente malos, la simple oportunidad equivale a vehemente tentaci�n. As�, no es posible se�alar otra regla para discernir los casos, sino que es preciso atender a las circunstancias de la persona que es el objeto del juicio, graduando la probabilidad del mal por su habitual inclinaci�n a �l o su adhesi�n a la virtud.

De estas consideraciones nacen las otras reglas.

El Criterio
Jaime Balmes


La herramienta mental para conocer la verdad


Criterio es un medio para conocer la verdad. La verdad en las cosas, en la realidad. La verdad en el entendimiento es conocer las cosas tal como son.


Temas que trata:

  • La atenci�n
  • Elecci�n de carrera
  • Cuestiones de posibilidad
  • Conocimiento de la existencia de las cosas adquirido mediatamente por los sentidos
  • La l�gica acorde con la claridad. De la autoridad humana en general
  • Los peri�dicos
  • Relaciones de viaje
  • Historia
  • Consideraciones generales sobre el modo de conocer la naturaleza, propiedades y relaciones de los seres
  • La buena percepci�n
  • El juicio y el raciocinio. No todo lo hace el discurso


Con estas herramientas mentales lograr� una mayor claridad de entendimiento

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