Distintas manifestaciones de celos
Las distintas escuelas psicológicas tienen diferentes enfoques sobre los celos, según el punto de referencia que tomen para evaluarlos desde el pensar, actuar y sentir del ser humano. En hombres, con temperamento depresivo, tristes, con problemas en sus relaciones conyugales la reacción de los celos ha de ser depresiva y la tragedia final irá precedida de una gran angustia y de una lucha interna agobiante.
En cambio, en hombres de gran trabajo, acción, responsabilidad, la reacción celosa será activa, dinámica, explosiva, extendida en el espacio y en el tiempo. No se conforman, luchan siempre, pues corren al unísono el sentimiento amoroso y la razón analítica. A su vez, los tímidos y opacos, sufren para sí, los celos son poco expresivos, aunque padecen mucho daño interior.
Las mujeres y hombres de emociones rápidas, de irritación fácil, de carácter colérico, poseen celos pasionales y terribles, y que suelen esclavizar a la persona amada.
Siente desprecio hacia la mujer que engañan con una mujer más joven. Su autoestima decrece, su orgullo se destruye y en compensación, busca un sustituto joven a quien se le brinda plenamente para tratar de apagar los celos que la angustian y agobian.
Los que padecen de alteraciones hormonales, hombres o mujeres, tienen celos patológicos que pueden ir acompañados de cambios radicales en el carácter y conducta. La glándula que más influye en los estados de celos es la Tiroides. Su disfunción puede traer manifestaciones somáticas: cervicales, genitales, corazón y otros órganos efectores. Son más importantes aún, las alteraciones psíquicas y de comportamiento, con estados de celos muy dinámicos y cambiantes.
Las bruscas descargas hormonales, traen variaciones en el comportamiento sexual, alteraciones en la conducta y sadismo intelectual para con su par.
Delirio celotípico
Los celos tienen una compleja psicopatología, y los celos patológicos se presentan en diversas situaciones, incluyendo la paranoia conyugal (síndrome de Otelo), limitada al delirio de celos que involucra a la pareja.
El delirio es una radical modificación de las relaciones del individuo con la realidad que se debe a creencias inamovibles que provocan una alienación de su Yo, es decir, que la persona se despoja de su anterior personalidad.
Este trastorno afecta la concepción del mundo que tiene la persona implicada en su noción del YO. El Yo esta vinculado a su "mundo" de una manera en particular, representando así la construcción de la realidad y su manera de desenvolverse en la misma. El Yo del sujeto elabora sistemáticamente los valores de realidad que lo vinculan con el mundo. Esta ligazón esta constituida por las creencias, que son las que le asignan significado a todos los fenómenos del mundo y su grado de realidad para el Yo.
El delirio es la inversión de las relaciones de la realidad del Yo con su mundo, mientras que las ideas delirantes son temas que trastocan las relaciones del Yo con su mundo. En el caso de los celos, la relación que se produce es la de retracción del Yo, por frustración, ya que el Yo pierde su unidad, intimidad y su dominio del pensamiento.
En el delirio celotípico lo que sucede es que el sujeto transforma la situación de la relación amorosa en una situación triangular. El tercero introducido es un rival sobre el que se proyecta resentimiento y odio, acumulados por las frustraciones que ha sufrido o sufre el delirante celoso, que se siente burlado y abandonado.
Así la persona se torna hipervigilante, y tiene que sondear sentimientos, descubrir intenciones y desbaratar artimañas de su pareja. Generalmente, es mediante las encuestas y su propia reflexión que la persona delirante "esclarece" el misterio y llega a una "verdad", absoluta para él.
Cuando el delirio celotípico se ha formado, se sistematizan "pruebas", "pseudocomprobaciones", "falsos recuerdos", interpretaciones delirantes, de ilusiones, de la percepción, y de la memoria.
La angustia del paciente por delirios sobre la infidelidad de su esposa/o se convierte fácilmente en ira. La persona puede hacer de forma incesante acusaciones, espiar o seguir a su esposa/o, y malinterpretar acciones simples, como la forma en que se cierra una cortina como un mensaje al amante. Puede requerir la confesión de forma constante, asegurando el perdón. La agresión física es un peligro real.
En personas con problemas relacionados con el alcohol, la presencia de delirio celotípico es muy común. Las dudas y sospechas patológicas con respecto a la fidelidad de la pareja son utilizadas como excusas para explicar la dependencia al alcohol.
La conducta alcohólica interactúa de una manera especial con los celos. Durante la intoxicación, las sospechas son ligeras y transitorias, mientras que durante la abstinencia, persisten las convicciones firmes, que en ocasiones, tales acusaciones, pueden acompañarse con violencia.
Aunque la impotencia sexual y la disminución del deseo sexual son efectos del consumo excesivo de alcohol, en personas alcohólicas con celotipia, estos fenómenos son interpretados de otra manera. Por ejemplo, se le puede atribuir la frialdad propia, efecto del alcohol en exceso, a una falta de interés sexual por parte de la pareja, porque obtuvo satisfacción sexual con otra persona. A su vez, un individuo que consume alcohol en exceso que tiene impotencia puede sospechar que su pareja está buscando tener relaciones sexuales con otra persona.
Fuente: http://www.ventanasalalma.com.ar/celos.htm |